¡Que rabia me da que un plato me salga mal! Al tiempo y a los ingredientes desperdiciados se le une un sentimiento de frustración que no puedo evitar.
Hoy no es mi día. Todo empezó muy bien, tenía todos los ingredientes para el postre que pensaba preparar. Me pongo bien temprano, para terminarlo a tiempo de dejárselo a mi vecina para el desayuno.
Había pensado hacer unas “carolinas” de Bilbao, un postre que va en una tartaleta con crema y coronado por una montañita de merengue. En principio, no parecía difícil- Me pongo a preparar las tartaletas caseras y la primera hornada se me quema, demasiado finas.