Este mes es monográfico de halloween. Cada sábado, cuando nos reunimos en casa de mi madre toda la familia, suelo llevar un postre para la sobremesa.
Este mes, todos los postres giran en torno a halloween, aunque en realidad están dirigidos especialmente a mis sobrinos pequeños, comemos todos. Pero hoy llevo dos cosas, una para los mayores y estas galletas disfrazadas para los pequeños. El motivo no es otro que el trabajito que me ha costado prepararlas.
El resultado final, no ha sido tan maravilloso como yo lo imaginaba. Me compré un molde de plástico para galletas oreos, no para hacerlas, sino para usar las ya hechas y disfrazarlas.
La cosa pintaba bien, parecía fácil y el resultado era muy vistoso. Pero el chocolate naranja no ha fundido bien, el chocolate negro se me ha roto porque era una capa muy fina y después de toda la trabajadera solo pude rescatar seis galletas. Justo dos para cada niño.
Me dio tanto trabajo que no quise seguir haciendo más para los mayores, por eso he preparado otro postre, que os enseñaré en otra entrada, espero que este salga mejor.
INGREDIENTES;
8 galletas oreos de las grandes.
50 gr de chocolate
naranja para fundir.
50 gr de chocolate negro para fundir.
PREPARACIÓN:
Fundir un poco del chocolate naranja al baño maría y
pintar los huecos en forma de calabaza rellenando bien.
Hacer lo mismo con los huecos en forma de gato.
Dejar en la nevera hasta que endurezca.
Cuando esté duro volver a fundir el chocolate naranja
y rellenar todo el hueco del molde. Colocar mientras aun está tierno la galleta
oreo ara que se quede pegada.
Hacer lo mismo con el chocolate negro.
Dejar enfriar a temperatura ambiente hasta que endurezca.
Este es el molde en cuestión. Son para ocho galletas.
Fundimos un poquito del chocolate naranja. Yo he usado pastillas de candy meltz. No me han gustado nada, no funde bien, ni en el micro ni al baño maría. Tendré que buscar otra alternativa si quiero chocolate de colores.
Rellenamos el hueco en forma de calabaza. Es tan espeso que hay que delimitar bien los bordes.
Ahora el chocolate negro.
Rellenamos los huecos con forma de gato. En esta ocasión el chocolate negro estaba tan líquido que lo he pintado con un pincel fino para "dibujar" bien los detalles del gato. Pero he puesto una capa muy fina y luego me costó desmoldar. De hecho. Solo se desmoldaron bien dos. Los dejamos en la nevera que se ponga duro.
Ahora volvemos a fundir más chocolate, ya para rellenar. A la calabaza le he puesto chocolate negro y al gato color naranja.
El chocolate naranja es muy espeso,
Y antes de que se seque ponemos una oreo en el hueco. Presionamos un poco para que se quede pegada. Dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Cuando estén bien fríos desmoldamos con cuidado. El resultado es muy vistoso.
Solo he podido desmoldar bien seis de las ocho galletas. Sobre todo las calabazas. Los gatos no han quedado tan bien.
Por dentro es una galleta oreo pero con una cobertura de chocolate. Para los niños está muy bien,
Bueno, este es un dulce que quizá no repita, o si. quién sabe.
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