Hace unos días hablando con mi hermano, me recordaba este postre que hacía mi abuela. Es un postre muy tradicional y muy andaluz. Las gachas son un dulce de los antiguos que se han ido perdiendo. Se prepara con pocos ingredientes y es de los que solo puedes comer un poquito porque llena mucho. Pero está tan bueno, que a lo mejor repites.
Mi hermano comentaba como le gustaría comer gachas otra vez y yo recordé una receta de gachas que me dieron en un taller de thermomix y que tenía olvidada.
La he rescatado y he preparado este delicioso plato.
A ver si os gusta.
INGREDIENTES:
70 gr de aceite de oliva
130 gr de harina de trigo.
1 cucharadita de matalahuga
150 gr de azúcar
Para adornar:
Picatostes de pan frito
Miel de caña.
PREPARACIÓN:
Ponemos en el vaso el aceite y lo calentamos 5
minutos, varoma, velocidad 1.
Agregamos la matalahuga y programamos 3 minutos,
100º, velocidad 1.
Echamos ahora la harina y tostamos 2 minutos, 100º,
velocidad 3.
Añadimos la leche y el azúcar y cocinamos 13 minutos,
varoma, velocidad 3.
Vertemos sobre los recipientes que hayamos elegido y
adornamos con picatostes y un hilo de miel de caña.
Calentamos el aceite primero.
Añadimos la matalahuga, a estas semillas también se las conoce como anís en grano.
Incorporamos la harina y la tostamos un poco.
Ya tostadita.
Por último la leche y el azúcar. Cocinamos. Nos va a quedar una crema espesa.
Es costumbre acompañar las gachas con unos picatostes de pan frito y con miel de caña. Eso ya al gusto. Solas están también muy buenas.
Tenéis que probarlas con miel de caña, no vale otra miel.
La textura es densa y suave, dulce y con el sabor tan característico que le da la matalahuga.
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