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29 marzo, 2018

Bizcocho de avellanas



 


   Me encantan todos los postres que lleven frutos secos.


Pero los que llevan avellanas me gustan especialmente. Porque en mi paladar, los dulces que llevan avellanas me resultan similares en sabor a la famosa crema de cacao y avellanas (ya sabéis cual), aunque no lleve chocolate.


En el blog tengo una receta dulce de leche merengada de avellanas que es una delicia y todo el que la prueba dice que le sabe a unas chocolatinas muy famosas.

Y es que la mayoría de estos postres comerciales que llevan avellanas en su receta, llevan también montones de aditivos y grasas que no nos benefician nada. Así que solo es proponérselo y hacerlos en casa. ganaremos en salud, seguro.

Y este bizcocho tiene ese sabor a avellanas tan rico pero es que además lleva avellanas en medio, lo que le da un toque crocanti estupendo.

¡Espero que os guste!

INGREDIENTES:

2 yogures de limón (unos 170 gr)
3 huevos
150 gr de avellanas
110 gr de aceite de girasol
230 gr de azúcar
210 gr de harina
1/2 sobre de levadura (unos 8 gr)


PREPARACIÓN:

Primero trituramos 75 gr de avellanas en la thermomix 10 segundos a velocidad 6.

A continuación ponemos los huevos, los yogures, el aceite y el azúcar y batimos 30 segundos a velocidad 5. 
Añadimos la harina y la levadura y mezclamos 30 segundos a velocidad 4.

En un molde desmoldable ponemos un poquito de la mezcla, encima los restantes 75 gr de avellanas (que picamos con un cuchillo, a lo bruto, para que haya tropezones) y completamos con el resto de la masa.

Horneamos a 180º, con calor arriba y abajo durante unos 40 o 45 minutos. Pinchmaps con un palillo para ver si sale limpio, entonces significará que está hecho.

Antes de servir espolvoreamos con azúcar glass.


Primero trituramos las avellanas y luego batimos los huevos con el azúcar, yogures y aceite. 

Añadimos la harina y la levadura.

Ponemos la mitad de la masa en un molde desmoldable. este es de 23 cm. Encima ponemos avellanas picadas.

Y completamos con el resto de la masa, Al horno.


    Y al enfriar, le espolvoreamos azúcar glass.

    Es un bizcocho con una miga apretada, de esas que al mojarlas en café o en leche lo aguantan bien.








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