Pastas de té con almendras

 

   Esta es una receta tan simple que se tarda mas en escribirla que en hacerla.

  Repasando viejos libros de cocina, encontré un librito de recetas con leche condensada que tenía desde hace más de 20 años (madre mía que vieja soy). Son todas recetas dulces, como es natural, algunas mas elaboradas y otras tan simples que en esa simpleza está lo mejor, pues se preparan en apenas diez minutos. 

Otra ventaja de estas recetas es que suelen usar ingredientes sencillos y fáciles de encontrar. De hecho, esta que os traigo hoy es de las más fáciles pero quedan super resultonas.

Es una receta ideal para cuando te avisan de que vas a tener invitados sorpresa para la merienda o para cuando te apetece algo dulce sin pringarte mucho. Espero que os guste.

INGREDIENTES:

4 rebanadas de pan de molde

4 cucharadas soperas de leche condensada (aproximadamente)

50 gr de almendras crocantis

PREPARACIÓN:

Lo primero es precalentar el horno con calor arriba y abajo a 180º.

Necesitaremos pan de molde sin corteza, si no lo tenéis así, quitaremos las cortezas con un cuchillo afilado. Cortamos por la mitad de manera que de cada rebanada saquemos dos trozos.

Ponemos en una fuente o recipiente la leche condensada y vamos a mojar una de las caras de cada trozo de pan de molde (solo una de las caras).

Los ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal sobre la cara que no lleva nada y sobre la cara que está mojada en leche condensada ponemos almendritas crocantis hasta que se cubra la superficie.

Horneamos hasta que las veamos doradas. Yo las tuve 9 minutos y se me doraron un poco más de lo que yo quería. Quedaron muy ricas igualmente. 

Le quitamos la corteza al pan y lo cortamos por la mitad.

Bañamos una cara con leche condensada. Si necesitáis más leche condensada la vais añadiendo.

Ponemos las pastas en una bandeja con papel vegetal y las cubrimos con almendritas crocantis. Son fáciles de encontrar en cualquier supermercado. Y horneamos.

    Con té, café o chocolate, son unas pastas riquísimas.

    A mi se me doraron un poquito, pero aún así estaban de lujo.

 

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