Chiffon Cake de calabaza y nueces

Desde que descubrí los bizcochos chiffon es raro la semana que no preparo uno.

La culpa se la tengo que echar (cariñosamente, claro) a Bea del blog Tú eres el chef que fue la que me explicó como hacía ella este tipo de dulces. 

Bea es la propietaria de la tienda Enjuliana, una tienda repostería y menaje de cocina que me encanta. Un día fui a buscar un molde de bizcocho y ella me explicó como funcionaban los moldes de chiffon o de angel food (son lo mismo). Me dio a probar un trocito que había hecho y ya me convenció del todo...¡que cosa más esponjosa y rica!

El caso es que me traje dos moldes, uno de 18 cm y otro de 26. Y la receta por supuesto...

Me voy por las ramas, pero es que tengo que explicar la particularidad de estos moldes, por si no los conocéis. Son moldes que no se engrasan porque lo que se pretende es que la masa se "agarre" al molde para cuando se saca del horno se enfríe "boca abajo". Esto hace que el bizcocho quede super esponjoso.

Bueno pues sigo con este chiffon que he preparado para llevar al colegio y disfrutarlo con mis compañeros de trabajo. Le he añadido nueces y como es un dulce que no lleva leche, es apto para personas con intolerancias alimentarias. Además lo he preparado con harina de espelta, que es la harina que puede tomar una amiga para poder hacerlo apto para todos.

Y ya no me enrollo más.

INGREDIENTES:

100 gr de calabaza

240 gr de harina de espelta

300 gr de azucar

7 huevos

180 ml de agua

120 ml de aceite de girasol

1 cucharadita de levadura química

1/2 cucharadita de sal

1 cucharada sopera de canela

1/2 cucharadita de cremor tártaro (opcional)

50 gr de nueces troceadas

PREPARACIÓN:

Cortamos la calabaza en dados y la cocemos en agua hirviendo durante unos 15 minutos, o hasta que al pincharla esté tierna.

La ponemos sobre un colador y la aplastamos con un tenedor para que suelte el liquido.

Vamos a poner la mariposa en el vaso de la thermomix y las 7 claras de huevo. Montamos unos 5 minutos a velocidad 3 1/2 (esto se puede hacer con una batidora de varillas). Cuando las claras ya estén subidas, añadimos el cremor tártaro, es opcional, sirve para dar firmeza a las claras pero si no lo ponemos no pasa nada. Reservamos las claras en un recipiente aparte.

En un cuenco grande ponemos la harina, azúcar, levadura, sal y canela. Reservamos.

Lavamos el vaso de la thermomix para que no queden restos de las claras y echamos las yemas, el aceite y el agua. Batimos 30 segundos a velocidad 4.

Añadimos el puré de calabaza y batimos 20 segundos a velocidad 4.

Agregamos la harina, azúcar, sal, levadura y canela y volvemos a mezclar 30 segundos a velocidad 4.

Ahora vertemos la mezcla en un recipiente grande y echamos un tercio de las claras montadas. mezclamos con una espátula con movimientos envolventes. Cuando estén bien integradas las claras, continuamos hasta que las mezclemos todas.

Vertemos la masa en un molde de chiffon de 26 cm, sin engrasar, y le echamos las nueces picadas. removemos con cuidado.

Vamos a hornear a 180º con calor arriba y abajo y sin ventilador, durante unos 40 o 45 minutos. Pinchamos con un palillo para ver si está hecho.

Ahora sacamos el molde con cuidado y le damos la vuelta para que se enfríe boca abajo.

Antes de servir, adornamos con azúcar glass.

Cocemos la calabaza.

La dejamos escurrir en un colador y la aplastamos con un tenedor.

Ponemos las claras en el vaso con la mariposa y las montamos.

Ya están bien montadas, las reservamos aparte y lavamos el vaso.

En un cuenco mezclamos la harina, azucar, sal, levadura y canela.

A continuación mezclamos bien las yemas con el aceite y el agua.

Añadimos el puré de calabaza y mezclamos.

Y por último la mezcla de harina, azúcar, sal, levadura y canela.

Echamos la mezcla en un cuenco y vamos agregando las claras poco a poco.

Ponemos la mezcla en el molde y agregamos unas nueces picadas. Removemos para que se mezclen. Al horno.

Y nada más salir del horno, le damos la vuelta al molde para que se enfríe boca abajo.

 
    Al desmoldar le espolvoreamos azúcar glass.

    Es un bizcocho que se mantiene tierno varios días.

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